Guillermo Carvallo Cano
TRES VALLES, VER.- Resulta por demás inverosímil que tres años no hayan sido suficientes para hurtar con los bienes del pueblo, ya que fue muy sonado el tema sobre la posesión indebida de un espacio público para ampliar su lote donde construyera una residencia el ex alcalde Carlos Córdova Morales, sobre la avenida Enrique S. Gonzales de esta ciudad la cual estuvo muy cuestionada y de cierta forma fue parte de lo que se convirtió en su debacle político.
Entre otras cosas, lo que sí fue el colmo de estas pobres acciones que han dejado mucho que desear por parte del ex munícipe es que después de tomar posesión del cargo el actual presidente municipal Marcos Cano Ramos, al ingresar a la oficina de presidencia se encontrara literalmente vacío, a excepción del escritorio y unas cuantas sillas.
Una administración municipal plagada de irregularidades y cuestionamientos por parte de la sociedad tresvallense, a la cual no le basto arrebatar la confianza y esperanza al pueblo durante 3 interminables años, sino que efectuó el conocido año de Hidalgo, para la historia triste de un personaje gris que dejo un amargo sabor de boca en la historia de Tres Valles, Carlos Alberto Córdoba Morales, quien cargó con la cómoda silla presidencial, el porta lápices, el pisa papel, el pódium y hasta el pedestal del micrófono, debe de ser enjuiciado.
Situación que obligara a la actual administración a tomar cartas en el asunto, por parte de la Sindica en el sentido de ser la responsable del patrimonio y bienes municipales a efecto de no encontrase físicamente en el inventario los artículos y/o enseres en mención, independientemente de lo que se acumule en faltantes.
TRES VALLES, VER.- Resulta por demás inverosímil que tres años no hayan sido suficientes para hurtar con los bienes del pueblo, ya que fue muy sonado el tema sobre la posesión indebida de un espacio público para ampliar su lote donde construyera una residencia el ex alcalde Carlos Córdova Morales, sobre la avenida Enrique S. Gonzales de esta ciudad la cual estuvo muy cuestionada y de cierta forma fue parte de lo que se convirtió en su debacle político.
Entre otras cosas, lo que sí fue el colmo de estas pobres acciones que han dejado mucho que desear por parte del ex munícipe es que después de tomar posesión del cargo el actual presidente municipal Marcos Cano Ramos, al ingresar a la oficina de presidencia se encontrara literalmente vacío, a excepción del escritorio y unas cuantas sillas.
Una administración municipal plagada de irregularidades y cuestionamientos por parte de la sociedad tresvallense, a la cual no le basto arrebatar la confianza y esperanza al pueblo durante 3 interminables años, sino que efectuó el conocido año de Hidalgo, para la historia triste de un personaje gris que dejo un amargo sabor de boca en la historia de Tres Valles, Carlos Alberto Córdoba Morales, quien cargó con la cómoda silla presidencial, el porta lápices, el pisa papel, el pódium y hasta el pedestal del micrófono, debe de ser enjuiciado.
Situación que obligara a la actual administración a tomar cartas en el asunto, por parte de la Sindica en el sentido de ser la responsable del patrimonio y bienes municipales a efecto de no encontrase físicamente en el inventario los artículos y/o enseres en mención, independientemente de lo que se acumule en faltantes.
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